¿Ley de Medios Audiovisuales o qué?

Imposible es para el trabajador de prensa obviar el debate más importante que tiene la profesión en los últimos 26 años. El proyecto de ley de servicios de comunicación no debería estar al margen ni siquiera del periodista de chimentos o de música. De hecho las asociaciones gremiales del rubro ya se pronunciaron favorablemente a la iniciativa y las agrupaciones de empresarios en sentido totalmente contrario.

Es una situación en la cual el empleado o autónomo de la comunicación debe ser más trabajador y menos profesional que nunca. Las imperfecciones de la propuesta no es excusa para negarse a pensar con conciencia de rubro, social, de clase o como quiera llamársele. La ley beneficia ampliamente a los trabajadores de los medios y a los desocupados de los medios. Abre espacios y puestos a ocupar y permite la competencia.

Desarrollar los puntos específicos sería muy engorroso (Los pueden ver en este enlace), sin embargo, los que amasan buenos dinero no dicen cuales son los beneficios ya que implicaría repartir la torta publicitaria y que unos pocos periodistas estrellas ganen menos. Pero no sólo es una cuestión de negocios, sino que implica una cuestión de poder. A pesar de que llevará mucho tiempo que los nuevos medios se instalen como una opción, donde el discurso principal y con más llegada seguirá siendo el de los grandes grupos, aparecerán nuevas voces que muestren alternativas. No serán únicamente alternativas con intereses diferentes, sino que además podrán completar la información que técnicamente los medios existentes no pueden brindar.

Desde este humilde foro lo que nos resta es jugar con la camiseta de la profesión puesta. Se apoya las intenciones del proyecto oficial, se le pueden criticar cosas, pero nos separamos de la patronal, nuestra función gremial es el beneficio de todos los trabajadores que viven dando información como servicio público.