Saltó el tapón. Un sospechoso cono de sombra bañó al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona, durante 30 años de conducción. También el resto de los dirigentes tienen sus complicidades con el arbitrario manejo del mandamás. La empresa dueña de la televisación no quiere soltar un peso de sus ganancias y se le escapó la liebre.
Una importante maraña en la que primero el ministro Aníbal Fernández dijo que no tenía competencia el estado, terminó luego siendo un convide para la oportunidad de terminar con un monopolio y sacarle el negocio a un importante rival político, el Grupo Clarín. Difícilmente alguien pueda defender a Grondona, no obstante, con qué cara los periodistas de TyC lo atacarán cuando muchos se cansaron de hablar maravillas cuando les regalaba el negocio más cercano al primer mundo que tiene la Argentina. Esos mismos colegas que alababan a los clubes cuando gastaban fortunas en traer jugadores que subían el rating y criticaban cuando vendían.
Hoy se habla de mal manejo de los clubes, es una realidad incontrastable. La oscuridad de los negocios del fútbol está reservada a aquellos que manejan precisamente esos mismos términos poco claros. Los comunicadores que estamos lejos del negocio no podemos aventurar cómo es la realidad, pero si podemos dar una pincelada de sus consecuencias. Ahora el estado facturará lo que antes hacían los privados y los clubes tendrán unos pesos más para malgastar.
Por supuesto que los que no quieren salir del ámbito privado están en la política y en el periodismo deportivo. Desde aquí se supone que es mejor estatal que privado siempre. Después nos trompearemos para ver como se reparte la torta y cuidaremos para que no la roben. Los privados se la llevan toda y no dejan ni manchas de crema en la fuente.
Una importante maraña en la que primero el ministro Aníbal Fernández dijo que no tenía competencia el estado, terminó luego siendo un convide para la oportunidad de terminar con un monopolio y sacarle el negocio a un importante rival político, el Grupo Clarín. Difícilmente alguien pueda defender a Grondona, no obstante, con qué cara los periodistas de TyC lo atacarán cuando muchos se cansaron de hablar maravillas cuando les regalaba el negocio más cercano al primer mundo que tiene la Argentina. Esos mismos colegas que alababan a los clubes cuando gastaban fortunas en traer jugadores que subían el rating y criticaban cuando vendían.
Hoy se habla de mal manejo de los clubes, es una realidad incontrastable. La oscuridad de los negocios del fútbol está reservada a aquellos que manejan precisamente esos mismos términos poco claros. Los comunicadores que estamos lejos del negocio no podemos aventurar cómo es la realidad, pero si podemos dar una pincelada de sus consecuencias. Ahora el estado facturará lo que antes hacían los privados y los clubes tendrán unos pesos más para malgastar.
Por supuesto que los que no quieren salir del ámbito privado están en la política y en el periodismo deportivo. Desde aquí se supone que es mejor estatal que privado siempre. Después nos trompearemos para ver como se reparte la torta y cuidaremos para que no la roben. Los privados se la llevan toda y no dejan ni manchas de crema en la fuente.
3 comentarios:
Está bien que se termine un monopolio como el de TyC, pero no debemos olvidarnos que tampoco debe ser una cuestión de estado que va a pasar con la televisación del fútbol, porque un gobierno tan golpeado como éste que tenemos ahora busca manotazos de ahogados. Hay cosas más importantes que hacer en el país, hace seis meses nos dolía lo que pasaba en Tartagal, hoy en día todavía no tienen casas. Parece que en Tucumán no hay más desnutridos, le deben haber dado soja a los chinitos y etsan gorditos, me parece que este conflicto gobierno-clarín, AFa-TyC o montoto-Mandinga sólo es tapar el sol con la mano. Muy buena la página. me llamo diego.
Diego, es solo un botón de muestra, nada importante cambia en la sociedad si ahora se pueden ver los partidos gratis. Sin embargo, es interesante ver cómo se dan las relaciones de poder y que mensajes dejan en nosotros. Lo del fútbol es casi anecdótico y claro que hay problemas más importantes.
La verdad me dolieron las palabras del discurso de Cristina, como siempre se cree que s elas sabe todas, pero no es así. Creo que en la cabezas de todos pasó ese instante de lucides de decir no puede decir esa barbaridad, comparar el secuestro de los goles por parte de Tyc con el secuestro de personas durante la última dictadura, una vergüenza, ahora si alguien dice o critica a uno de ellos somos fachos, golpistas, me parece que ese diálogo político del que tanto habaln no sólo se tiene que dar ente oficialismo y oposición sino con todos los argentinos que formamos parte de este territorio, aca en Chovet canal 7 no se ve un soto, y tenes que tener cable, de que futbol gratis se habla, encima dice fútbol gratis para los pobres, no se dan cuenta que a los pobres les interesa mas comer que ver un partido de fútbol, aaaa cierto que los quieren tener entretenidos mientras ellos votan leyes que nos joden la vida diaria.
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