domingo, octubre 28, 2007

En California esperan el rescate



La espectativa de los votantes Californianos cuando eligieron a Schwarzenegger


Hubo una gran desilusión en el estado que gobierna el ex actor luego de los terribles incendios que los aquejaron, es que esperaban la imagen que su gobernador diera en otros momentos de héroe al rescate y sólo se encontraron con un patovica trajeado.

Sin embargo la función para la que fue electo la sigue cumpliendo con creces. Basta con recordar la valentía de los republicanos cuando sucedió lo de Las Torres Gemelas, en ese tiempo, el cowboy G.W.Bush fue a parar a un búnker secreto varios metros bajo tierra. Que se le va a hacer californianos, no todo es como la pantalla lo muestra.

lunes, octubre 08, 2007

Fiebre ricotera


Están circulando en la web dos temas que aseguran, son adelanto del nuevo disco del Indio Solari. Pero no es cierto. La promesa de una nueva placa del ex cantante de la banda más popular que existió sobre Argentina, ha llevado a varios vivos, a cometer semejante locura jugando con la suceptibilidad de los fanáticos y perjudicando a los verdaderos autores de estos temas.
Aquí se puede escuchar uno de los temas que pertenece a Jinete Lendrix.



La similitud de la voz, sin duda, hizo dudar a algunos, pero no engaña a fanáticos que conocen el tipo de música que realiza el Indio. Por otro lado, el nombre del tema es Sola(películas de amor) y suena bastante bien. Prolijo y coordinado.

Finalmente, no se sabe quién o quiénes hicieron este tipo de avivada, algunos especulan con que los de la banda de Jinete Lendrix y lupusklan, habrían hecho esto para darse más difusión. Espero que no sea así, pues esto les podría traer algún tipo de problemas.
También dejo el tema de Lupus Klan, La última curda, para que saquen sus conclusiones sobre el parecido con el ex cantante de Patricio Rey y sus Redonditos de ricota.

sábado, octubre 06, 2007

Sobre el nuevo tren diario a Rosario o crónica de un viaje contracturado

Por María Virginia Bertetti

Los medios anunciaron con bombos y platillos la llegada de un nuevo tren rápido que une las ciudades de Buenos Aires y Rosario. Fecha de inauguración: 1º de octubre. Nuevos vagones cruzarían raudamente las pampas entre el obelisco y el monumento de la bandera.Como en lo profesional suelo ser periodista y en mi vida suelo ser mochilera me dije, ¿porque no probar las mieles de la tecnología de avanzada en materia ferroviaria? Aprovechando un viaje de trabajo a la ciudad que nunca duerme hice uso de las dos versiones del tren, una que se dejaría de lado y la que se inauguraba con una muy lustrosa formación azul con la inscripción Trenes de Buenos Aires (hasta el menos avispado notará que es la solución al preocupante misterio de las siglas TBA)
Así fue que, equipos en mano, salí con un grupo de compañeros desde la estación Rosario Norte, donde como de costumbre el boletero no tenía eso que lo define, o sea "boletos" y nos informaba muy gentilmente mientras se desperezaba que tal transacción debería ser realizada en las mismísimas instalaciones del elefante de metal que se acomodaba lentamente en el andén. Con aires de grandes señores decidimos viajar en primera, cansados de tanto dormir en los antebaños y pasillos. Así fue que desembuchamos diecisiete manguitos y subimos a disfrutar de los placeres de la clase acomodada. Confortables sillones donde despatarrar toda la humanidad, ventanas que hacían el trabajo de aire acondicionado y un anciano gangoso que no paró de gritar en toda la madrugada, amenizando la estadía. Así, tras agradables ocho horas de lento caminar, llegamos a la ciudad del tango y de la avenida más ancha, reviviendo la experiencia de miles de migrantes durante la historia argentina.
El día transcurrió sin demasiadas complicaciones, teniendo en cuenta de que entré a bases de engaños a la casa rosada, y que con las mismas artimañas conseguí algunos datos para mi documental en oficinas gubernamentales, tampoco nos frenó la lluvia, ni una mala combinación de subtes que nos dejó en pleno Caballito, ni siquiera nos demoró una señora de ojos alucinados que se ahogó en la catedral y me solicitó que le propinara unos cuantos golpes en su diminuta humanidad.Pero ahora si, ya estábamos listos mental y físicamente para tomar el nuevo tren rápido a la ciudad de los pobres corazones.
Salimos hacia Retiro con el alma en la mano, compramos con mano temblorosa el pasaje. Quien diría que no hay inflación, de diecisiete pesos pasó raudamente a costar treinta y tres (precio tal vez dictado por un médico, estetoscopio en mano). Motivo obvio: ya no hay turista y primera, solo pullman...En el andén brillaba con un ya no tan gigante elefante azul. Horario de partida: dieciocho y diez. Destino: Estación Rosario Norte con paradas intermedias. Los fotógrafos incendiaban con sus flashes a los asustados pasajeros (recordemos que estábamos en retiro, cualquiera estaría asustado). Hombres de negro hacían la tarea de azafatas, no faltaron los periodistas pidiendo opinión a las veinte personas que atestábamos la formación, ni los sandwichitos (con tomate, artículo de lujo!!!) y el vaso de coca, tan eleccionario, por cierto. Así nos fuimos intentando acomodar, en estos vagones tan de estreno, pero un segundo estreno, ya que en brasil ya habrán tenido su tiempo de gloria, de pequeñas, angostas y coloridas butacas, que protegen nuestra columna de las molestas heridas provocadas por esos malditos asientos que tienen la posibilidad de ser reclinados. Éramos pocos pasajeros, pero la casi nula distancia entre asientos generaba un ambiente de complicidad.Así fue, varios flashes más y seis horas de traqueteo inauguraron el tren rápido a Rosario.
Hoy salí en la tapa del diario. Hoy veo que el tren regresó a capital, con una pequeña demora de una hora en villa constitución. El proyecto del tren bala deberá esperar, ya los bombos y platillos sonaron en demasía por ahora, en este mes electoral.Rememorando esta travesía me doy cuenta de algo... seré masoquista, pero me encanta viajar en tren, me gusta caminar a los tumbos por los vagones, dormir en los pasillos y antebaños, bajar la ventana y escuchar las guitarras que vienen de allá al fondo, rajar cuando viene el chancho y ver gente durmiendo en los maleteros como improvisada cucheta. Me encanta la cara de la gente cuando ve pasar al gigante, y el ruido de la bocina, recordando tal vez viejas épocas, donde los ferrocarriles ayudaron a crecer a estas regiones y a tantas más alejadas. Y sí, prefiero viajar despatarrada a apretada en butacas con diseño de dudoso gusto, me gusta que haya un tren diario, pero el precio es elevado, convengamos que hay muchos micros aún más baratos que el nuevo tren que hacen el recorrido en la mitad de tiempo. No siempre trae buenos resultados comprimir espacios y pintar un poco la cara de las cosas. La iniciativa es buena, pero no es una alternativa real aún. Yo seguiré viajando en tren, a dedo o en burro... lo importante es que existan esas opciones...