El Lole Lola menta pero...

En la provincia de Santa Fe, República Argentina, la cosa está peluda. Por un lado Carlos A. Reutemann, senador nacional, renunció al bloque del Frente para la Victoria por el quemo que significaba ante los empresarios del agro santafesino estar con Cristina y armó "Santa Fe Federal", por otro, el gobernador Hermes Binner busca chupar medias de productores agropecuarios y, en tercer plano, aparece el diputado nacional Agustín Rossi como fuerza menor decidido a romper el cerco. Hasta ahora la estrategia nacional del kirchnerismo ha sido de no dejar ir al otro lado a personajes con buena imagen para evitar una oposición fuerte, sin embargo, parte de la poderosa imagen del ex corredor está cimentada en que nadie le echó barro a sus botas.

Por mucho menos Sobisch de Neuquén fue aniquilado políticamente. El senador pulcro fue aliado incondicional de Menem, fue responsable de 7, leyó bien, 7 muertes en 2001, más de 30 muertes por la inundación y la garantía de tener las dos ciudades con mayor desocupación del país en su provincia. Pero nadie se animó a pegarle el cachetazo, ni siquiera el opositor a su gestión, el actual gobernador Hermes Binner.

Por supuesto que el monstruo creció y ahora se da el lujo de decir: Yo mido en las encuestas y todos deben rendirme pleitesía. Por un lado, la suerte de los argentinos está en que no será presidenciable por el oficialismo, caso en el que hubiera ganado las elecciones, por otro, lástima para los santafesinos que seguirá vigente y saludable por muchos años manejando la política de la provincia. Se lo mostró muy enérgico luego de una intervención quirúrgica. Queda saber quién se le animará, aparte del sector de Rossi, a sacudirle y pensar a largo plazo con la paciencia de la araña.

Si la mezquindad política del ahora no empaña la visión del futuro, la sociedad derrotará al sector que atrasa un siglo en la vida del sometimiento del hombre por el hombre.