jueves, abril 16, 2015

Editorial 246 de Cuaderno de Informes

Nuestro profeta pagano 

Siempre le hemos robado, hemos usado sus palabras para editorializar programas. También, porque no, hubo veces que sus derechos de autor fueron vilipendiados para una charla de aproximación hacia la potencial pareja. Su prosa debe haber sido arma letal para miles de latinos y latinas. Por eso, hoy decidimos sacudir la modorra y en vez de silencio hacemos un minuto de aplausos, nos ponemos a trabajar y dejamos de vivir del trabajo ajeno. Hoy buscamos palabras que nunca tendrán la altura que merecen, pero que están en el aire con el cariño parecido al de un hijo que le lleva un dibujo a su madre por el cumpleaños o a su padre a prisión.

 Nuestro garabato para Eduardo recuerda sus fechorías. La iniciación más triste que solemos tener los miles de “Perfectos Idiotas Latinoamericanos” es encontrarnos con las Venas Abiertas de América Latina y sentirnos en la más onda tristeza de ser pobres desde antes de ser . Luego nos emocionamos con sus Memorias del Fuego y por último sucumbimos ante sus tantas reflexiones orales.

 Para algunos, sus libros son biblias de idiotas Latinoamericanos, para nosotros Eduardo entonces es un profeta pagano, un escriba de los mensajes de los pueblos. Galeano se suma al listado de la gente buena que se va. Eduardo se fue haciendo ruido, fue a juntarse en la farra con su pandilla. Con Ernesto, Hugo, Néstor, Hugo, Juan, el Gabo, Mario y otros bandoleros. Hasta siempre y saludos a los muchachos.

No hay comentarios.: