Este sábado 30 de diciembre a las 6 AM, hora de Irak, la justicia de ese país ahorcó al ex presidente por el asesinato de 148 personas
El mundo contempla como un personaje nefasto, al que se le ocurrió enfrentarse a la mega democracia occidental, luego de serle funcional durante años, quedándose en condiciones infrahumanas en una trinchera con un fusil en la mano resistiendo la invasión Anglo-americana.
Es que no pueden existir ejemplos de dirigentes que defiendan su patria. Más aún cuando se supone que era poseedor de una fortuna como para comprar asilo en cualquier país del mundo y vivir como un rey. Sin embargo ese dinero fue distribuido para construir la resistencia.
Más que ejemplificador e hipócrita resulta este juicio, condena y ejecución en tiempo récord para la justicia de cualquier país del mundo. Un día de derrota para la humanidad sometida, o sea la 2/3 parte de los pobres más el resto de los habitantes de países dependientes que quieren forjar su propio destino.
Habrá sido un muchacho muy malo este Hussein, pero nadie condenó las miles de muertes en el mundo provocadas por tropas norteamericanas. En la situaciones límites hay que tomar posturas fuertes, para esta situación los delincuentes del Tercer Mundo tienen que estar de suelo definitivamente al lado del pueblo iraquí.
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